jueves, 2 de abril de 2009

Hay un anhelo.
Pretende arrullarse o correr. Pretendo dejarlo. Mas tarde, sí, cumplirlo.
Hay personas que salen de mi cuerpo, que me traspasan.
Son más de mí.
Son más que yo, pero son mí.
Extensiones de palmas aplaudiendo al viento,
de lenguas saboreando el sueño,
de risas carcomiendo lo triste.
Algunas se apelmazan unas sobre las otras y no salen.
Otras sí salen, frescas, nuevitas,
hasta me saludan, me acarician
y salen a andar.
Ya no son mí.
Pero siempre vuelven
Enriquecidas.
Mientras yo las espero, oxigenando el hueco que dejaron,
purificando el entorno de colores.
Nuevas rayas me limitan
nuevas líneas hacen de mí,
yo.

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