sábado, 7 de agosto de 2010


Onda Vaga

Composición: Onda Vaga

Qué lindo que estar en la tierra
después de haber vivido el infierno,
qué lindo que es poder amarte y mirarte otra vez
después de estar tan enfermo,
qué lindo corazón que estás acá y acá latiendo
y me desenredes los ojos
y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
voy a recordar lo que cantamos una vez mirando el cielo..

cantale a la luna y al sol
cantale a la estrella que te acompaño
cantale a tus amigos con el corazon
cantale a la luna y al sol
canta que es la tierra que canta en vos
cantale a tus amigos con el corazón

yo no se por qué a veces me pierdo
los ojos se me dan vuelta y me muero por dentro
y me encierro otra vez y no puedo salir ay ay ay
no puedo ver lo lindo de cada momento
es que a veces no me le animo al niño que llevo a dentro
a veces pienso que estan mal algunas cosas que siento
pero basta ya de eso y hecha pa fuera bye bye bom
no tengo tiempo de eso estoy en otra cancion, se acabó

cantale a la luna y al sol
cantale a oa estrella que te acompaño
cantale a tus amigos con el corazón
cantale a la luna y al sol
canta que es la tierra que canta en vos
cantale a tus amigos con el corazón

que lindo corazon que estas aca y aca latiendo
y me desenredes los ojos
y si por ahi el miedo me viene a buscar de nuevo
voy a recordar lo que cantamos una vez mirando el cielo
cantale a la luna y al sol
cantale a la estrella que te acompaño
cantale a tus amigos con el corazón
cantale a la luna y al sol
canta que es la tierra que canta en vos
cantale a tus amigos con el corazón


jueves, 5 de agosto de 2010

poema de Gioconda Belli

I

El hombre que me ame
deberá saber descorrer las cortinas de la piel,
encontrar la profundidad de mis ojos
y conocer la que anida en mi,
la golondrina
transparente de la ternura.

II

El hombre que me ame
no querrá poseerme como una mercancía,
ni exhibirme como un trofeo de caza,
sabrá estar a mi lado
con el mismo amor
con que yo estaré al lado suyo.

III

El amor del hombre que me ame
será fuerte como los árboles de ceibo,
protector y seguro como ellos,
limpio como una mañana de diciembre.

IV

El hombre que me ame
no dudara de mi sonrisa
ni temerá la abundancia de mi pelo
respetara la tristeza, el silencio
y con caricias tocara mi vientre como guitarra
para que brote música y alegría
desde el fondo de mi cuerpo.

V

El hombre que me ame
podrá encontrar en mi
la hamaca para descansar
el pesado fardo de sus preocupaciones
la amiga con quien compartir sus íntimos secretos,
el lago donde flotar
sin miedo de que el ancla del compromiso
le impida volar cuando se le ocurra ser pájaro.

VI

El hombre que me ame
hará poesía con su vida,
construyendo cada día
con la mirada puesta en el futuro.

VII

Por sobre todas las cosas,
el hombre que me ame
deberá amar al pueblo
no como una abstracta palabra
sacada de la manga,
sino como algo real, concreto,
ante quien rendir homenaje con acciones
y dar la vida si es necesario.

VIII

El hombre que me ame
reconocerá mi rostro en trinchera
rodilla en tierra me amara
mientras los dos disparamos juntos
contra el enemigo.

IX

El amor de mi hombre
no conocerá el miedo a la entrega,
ni temerá descubrirse ante la magia del
enamoramiento
en una plaza publica llena de multitudes
Podrá gritar: te quiero
o hacer rótulos en lo alto de los edificios
proclamando su derecho a sentir
el mas hermoso y humano de los sentimientos.

X

El amor de mi hombre
no le huirá a las cocinas
ni a los pañales del hijo,
será como un viento fresco
llevándose entre nubes de sueño y de pasado
las debilidades que, por siglos, nos mantuvieron
separados
como seres de distinta estatura

XI

El amor de mi hombre
no querrá rotularme o etiquetarme,
me dará aire, espacio,
alimento para crecer y ser mejor,
como una Revolución
que hace de cada día
el comienzo de una nueva victoria.