domingo, 14 de noviembre de 2010

Llorar a lágrima viva... (Olivierio Girondo)

Llorar a lágrima viva.
Llorar a chorros.
Llorar la digestión.
Llorar el sueño.
Llorar ante las puertas y los puertos.
Llorar de amabilidad y de amarillo.
Abrir las canillas,
las compuertas del llanto.
Empaparnos el alma, la camiseta.
Inundar las veredas y los paseos,
y salvarnos, a nado, de nuestro llanto.
Asistir a los cursos de antropología, llorando.
Festejar los cumpleaños familiares, llorando.
Atravesar el África, llorando.
Llorar como un cacuy, como un cocodrilo...
si es verdad que los cacuíes y los cocodrilos
no dejan nunca de llorar.
Llorarlo todo, pero llorarlo bien.
Llorarlo con la nariz, con las rodillas.
Llorarlo por el ombligo, por la boca.
Llorar de amor, de hastío, de alegría.
Llorar de frac, de flato, de flacura.
Llorar improvisando, de memoria.
¡Llorar todo el insomnio y todo el día!

jueves, 11 de noviembre de 2010

La tristeza se supera a sí misma cuando la sacás a caminar.
Varios días de caminata, y se transforma.
Le regalás un poco de sol ... y no tiene más remedio que sonreir, dejar de ser un poco ella.
Te das un par de gustos, y la compañera se quita su máscara: es una mujer agradecida de la vida

el calor del sol
un libro de poesía
un buen vino
un poco de chocolate
quiebran los cristales del grito silencioso, de la melancolía un tanto quejosa adherida a la piel,
de las ansias de amor, del temor al amor, de los grandes juegos de palabras; y el instante se simplifica.
Caen una a una las "cáscaras-máscaras", las capas de las campanas,
llega la liberación necesaria.
Respiramos frescos,
nos acordamos que estamos vivos en este presente,
que es lo que importa,
que todo puede ser más fácil y más disfrutable, si elegimos verlo así.
Depende de nuestra decisión,
depende de la lucha cotidiana, q a veces es compleja pero vale la pena...
es la diferencia entre amar o mecanizarse.
Sonreimos.
La Plata tiene alma de fiesta compartida.
De cuerpos fusionados por el encuentro, por el compás de vivir un mismo universo de sentires.
Entrar en la noche platense, lejos de las luces y los bares frívolos, entrar en su verdadera noche, esa de útero cavernaprofunda con su negro azulado que te abraza ...
con su olor a paz y a tranquilidad, la primavera adornando las calles, dándole lugar a una brisa que te acaricie, que te refresque;
es entrar al Origen.
Empedrado
luces amarillas
casas con enredaderas y muebles
...
palpitante juventud bulliciosa hasta en su silencio.
Creadora de espacios que de tan conocidos son a cada mirada nuevos.
Camino La Plata con ojos distintos, con pies visitantes, con cuerpo enarbolado en la memoria eterna, con lo que conoce la piel.
Y respirar el aire platense tiene otro densidad, otro aroma, la calidez de la madre, del sol que abrazando derrite los miedos, le quita la presión al recuerdo,
a la palabra,
al amor.
Le saca la máscara a la tristeza y la hace sonreir al verse viva bajo un cielo limpio.
La piel comienza a desprenderse mientras acaricia viejos caminos,
mientras encuentra el modo de significar los nuevos.
La Plata siempre estará ahí, detenida en fotos,
y enriquecida en magia, en transformaciones.
Es mi refugio genealógico.

sábado, 6 de noviembre de 2010

la sangre se retuerce.

21. (del el Último padre, de Rodolfo Braceli).

(Carta para leer con la camisa bien desprendida).. o con la carne viva y el alma también...

No sufras
por lo que no merece ser sufrido.

Hay cosa que respiran y cosas que no
Esa es la señal.
(y yo diría, en estos días de mi vida, que hay cosas que respiran y por comodidad o miedo deciden dejar de hacerlo, creyendo que de todas formas podrán seguir vivas, y pobrecitas, trascurren los días, diluyéndose de a poco o vertiginosamente en el terreno de lo que ya no tiembla...)

No
te demores
en
lo que no puede ser tocado.

En cuanto a la civilización te diré:
es una actividad como cualquier otra
empezó como simple distracción:
engendró un ruido,
y otro y sucesivos ruidos.
("tanto tanto ruido... que al final llegó el final")

Ya se ha comprobado
que la muy señora
no es otra cosa que la evolución del ruido.

La historia consiste
en esa renovada alternativa:
cada día
el ruido
cambia de sonido, de aspecto

Mientras tanto
los menesterosos del acontecer
dicen, dirán
que la civilización avanza

Mientras tanto,
la sangre se retuerce,
y hace otro ruido,
un ruido esencial, peligroso.

que está muy prohibido escuchar.