sábado, 6 de noviembre de 2010

la sangre se retuerce.

21. (del el Último padre, de Rodolfo Braceli).

(Carta para leer con la camisa bien desprendida).. o con la carne viva y el alma también...

No sufras
por lo que no merece ser sufrido.

Hay cosa que respiran y cosas que no
Esa es la señal.
(y yo diría, en estos días de mi vida, que hay cosas que respiran y por comodidad o miedo deciden dejar de hacerlo, creyendo que de todas formas podrán seguir vivas, y pobrecitas, trascurren los días, diluyéndose de a poco o vertiginosamente en el terreno de lo que ya no tiembla...)

No
te demores
en
lo que no puede ser tocado.

En cuanto a la civilización te diré:
es una actividad como cualquier otra
empezó como simple distracción:
engendró un ruido,
y otro y sucesivos ruidos.
("tanto tanto ruido... que al final llegó el final")

Ya se ha comprobado
que la muy señora
no es otra cosa que la evolución del ruido.

La historia consiste
en esa renovada alternativa:
cada día
el ruido
cambia de sonido, de aspecto

Mientras tanto
los menesterosos del acontecer
dicen, dirán
que la civilización avanza

Mientras tanto,
la sangre se retuerce,
y hace otro ruido,
un ruido esencial, peligroso.

que está muy prohibido escuchar.

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